Un trabajo conjunto de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad de Alcalá (UAH) ha aplicado, de forma pionera en la evaluación ambiental, el teorema del Índice de Combinación (CI)-Isobolograma de Chou y Talalay, una metodología de análisis de interacción de medicamentos. Esta metodología permite descifrar la naturaleza de la interacción de sustancias en un organismo para saber si sus efectos se potencian, se anulan o son indiferentes y en qué grado.
La lista de este año incluye otra selección de las profundidades marinas, un gusano descubierto en la costa central de California (Swima bombiviridis), que al verse amenazado lanza “bombas” que se iluminan durante unos segundos en verde, un fenómeno llamado ‘bioluminiscencia’.
Del reino vegetal procede una carismática especie de planta (Nepenthes attenboroughii) que produce una de las mayores urnas del género, cada una del tamaño de una pelota de fútbol americano. También es carnívora y se alimenta de los insectos que atrapa en el líquido contenido en su urna.
Este año entran en la lista varios peces, entre ellos un pez rana (Histiophryne psycheldelica) con un raro y psicodélico diseño, y único entre sus congéneres por su cara plana.
Small Favor (Phallus drewesii). Un hongo de cinco cm que recibe su nombre en honor de Robert C. Drewes de la Academia de Ciencias de California, que lleva 30 años investigando los organismos de la isla africana de Santo Tomé, el lugar de descubrimiento de este nuevo faláceo.
En la imagen, una nutria marina (Enhydra lutris), mamífero en peligro de extinción en Norteamérica.
Bug-eating Slug (Aiteng ater). Su descubrimiento ha dado lugar a una nueva familia, la Aitengidae. Aunque comparte casi todas sus características con los sacoglossa, tiene unos hábitos alimenticios inusuales. Se alimenta de insectos, mientras que casi todos los sacoglossa comen algas.
Pez drácula (Danionella dracula). Los machos de esta especie tienen colmillos parecidos a los caninos, para combatir con otros machos.