Su introducción y expansión están modificando los ecosistemas locales y representan un riesgo creciente para la biodiversidad autóctona. La colaboración internacional dentro y entre las entidades políticas de la península ibérica es esencial para mitigar de manera efectiva los impactos de las invasiones biológicas.
Un equipo internacional ha logrado ver en el cerebro post mortem unos pequeños cúmulos de proteína, llamados oligómeros de alfa-sinucleína, considerados los desencadenantes de parte de la enfermedad. Hasta ahora no existía una técnica capaz de ver estas acumulaciones de apenas unos nanómetros de tamaño.