El impacto de un calentamiento del Ártico podría suponer un coste de 43,5 billones de euros, una cifra que equivale al tamaño global de la economía en 2012. Así lo refleja el informe que investigadores de la Universidad de Cambridge y la Rotterdam School of Management publican esta semana en Nature.
Un equipo de investigadores europeos, incluido un profesor de Ikerbasque, advierte en la revista Science que el uso de la tierra en Europa no es el más correcto. Según el estudio, el hecho de que la tierra se rija únicamente por mercados agrícolas se traduce en considerables costes financieros y medioambientales para las personas.
Steven Chu (derecha) y Mario Molina (izquierda) en la reunión de premios Nobel en Lindau / SINC
El cambio climático ha sido el tema estrella de las dos últimas jornadas en la ciudad alemana de Lindau, donde esta semana se reúnen jóvenes científicos de todo el mundo con premios Nobel. Dos de los mayores expertos en cambio global del planeta, el físico Steven Chu y el químico Mario Molina, hablaron sobre el reto climático al que nos enfrentaremos las próximas décadas.
La respuesta de los mamíferos frente a los cambios climáticos bruscos difiere en función de sus características ecológicas y, en particular, de su grado de especialización o adaptación a unas condiciones muy concretas. Esta conclusión se recoge en un trabajo en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas que analiza los cambios ecológicos en las poblaciones de roedores de la Península Ibérica durante los últimos cinco millones de años.
Los cambios de temperatura pueden afectar el equilibrio entre dos especies de microorganismos que sustentan las costras biológicas de suelos —capas finísimas de vida microbiana cruciales para la salud ecológica de las tierras áridas—. Una investigación, en la que participan dos biólogas de la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que en 50 años el efecto del calentamiento global sobre este equilibrio podría tener consecuencias importantes para la fertilidad de los suelos.
La Universidad Politécnica de Madrid participa en un estudio, publicado en Nature, que compila los últimos avances tecnológicos en la estimación de la pérdida de masa de los mantos de hielo de la Antártida y Groenlandia.
Investigadores del CRESIB, centro de investigación del Instituto de Salud Global de Barcelona, han observado que las fluctuaciones diarias en la temperatura predominante alteran la sensibilidad de las especies al calentamiento provocado por el cambio climático mediante la reducción de los márgenes de seguridad 'térmica'. En concreto, los seres vivos ectotermos, caracterizados por depender de fuentes externas para la obtención de calor, como es el caso de los reptiles y los artrópodos, son particularmente vulnerables al calentamiento por el cambio climático y están expuestos a las fluctuaciones diarias de temperatura de su hábitat.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han estudiado por primera vez el efecto de una ola de calor sobre la composición genética de una especie. Los científicos vienen monitorizando la evolución de la mosca Drosophila subobscura desde hace 37 años,y han observado cómo la ola de calor de la primavera de 2011 causó una dramática alteración en la composición genética de las poblaciones de este organismo, debido a una rápida proliferación de genotipos más tolerantes a las altas temperaturas .
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales revisa diversos aspectos de los compuestos volátiles que emiten las flores. Se ha encontrado que las plantas pueden dar acciones de atracción y de defensa simultáneamente, causando la desorientación de los polinizadores. También se han detectado cambios en las emisiones debido al cambio global.