Un grupo internacional de investigadores ha presentado la primera caracterización de las proteínas que se expresan en las conexiones neuronales del pez cebra, animal modelo para el estudio del cerebro humano y sus patologías. Este trabajo supone una importante y nueva herramienta para el estudio del autismo, la esquizofrenia o la discapacidad intelectual en las personas.
Un investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos ha realizado un estudio comparativo de tres fósiles africanos asociados a especies muy arcaicas del género humano. Utilizando reconstrucciones digitales obtenidas con imágenes biomédicas, el trabajo establece que la forma de los lóbulos frontales en los homínidos puede depender de factores asociados a la geometría del cráneo y a su organización espacial, y no solo de los relacionados con la evolución del cerebro.
El fósil de un reptil del Triásico medio, que conserva una cría en su interior, supone la primera evidencia de un arcosauromorfo –al que pertenecen dinosaurios, aves y cocodrilos– que daba luz a crías vivas en lugar de poner huevos. El nacimiento en vivo era desconocido en este grupo.
Hasta ahora se pensaba que los cambios en el tamaño corporal y los dientes habrían desempeñado un papel esencial en la multiplicación de especies de caballos durante los últimos 20 millones de años. Gracias al análisis de 140 especies –la mayoría extintas–, un estudio liderado por españoles demuestra que en realidad fueron las alteraciones que se produjeron en su entorno las que influyeron en la rápida acumulación de especies.
Las plantas carnívoras de Asia, Australia y América comparten un rasgo común a pesar de la distancia que las separa: la maquinaria genética para digerir insectos. Un estudio internacional con participación española, que ha analizado tres especies –una en cada continente–, revela que las plantas utilizan las mismas rutas evolutivas que las llevan a ‘saborear’ la carne de sus presas.
Amantes de las aves en todo el mundo han ayudado a los científicos a descubrir nuevos secretos sobre la historia de sus picos. Gracias a los datos recogidos por los ciudadanos, los investigadores han demostrado que sus formas se diversificaron muy pronto, seguramente después de la extinción de los dinosaurios.
La selección natural favorece una vejez frágil y enfermiza si es debida a mutaciones que son beneficiosas durante la niñez. A partir de entre 40 y 50 años la selección natural es ciega porque ya hemos transmitido los genes, beneficiosos o no, a nuestra descendencia. Conocer los genes y las mutaciones implicadas en el envejecimiento puede contribuir a desarrollar nuevas estrategias para el tratamiento de enfermedades relacionadas con la edad.
Científicos de la Universidad de California Riverside han logrado grabar el ataque de una serpiente de cascabel a una rata canguro (Dipodomys), en su entorno natural y a velocidad superlenta. Es el primer estudio que cuantifica estos ataques y la capacidad elusiva de la rata canguro.
Los gruñidos, ladridos, llamadas de copulación e incluso las charlas de los babuinos comprenden al menos cinco sonidos parecidos a las vocales del habla humana. Así lo confirma una investigación que ha analizado más de 1.300 vocalizaciones de estos primates, así como la anatomía de su tracto vocal y la lengua. Los resultados indican que el lenguaje hablado pudo evolucionar desde el último ancestro común entre humanos y babuinos.
Un nuevo estudio de la Universidad George Washington (EE UU) desafía las teorías clásicas que señalan que la evolución dental y la cerebral en nuestros antepasados más remotos ocurrió de forma paralela. Los datos de la investigación, liderada por la española Aida Gómez-Robles, muestran que no existe ningún vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y el de los dientes en los homininos.