La existencia de pequeños roedores y las cosechas en los asentamientos de los antiguos agricultores fueron las claves por las que los gatos salvajes se aproximaron a los humanos hace más de 5.000 años. Un estudio de restos fósiles de felinos en China señala que a diferencia del perro, que fue domesticado por cazadores recolectores siglos antes, la agricultura motivó la relación entre los gatos y las personas.
El grupo Lagenbio de la Universidad de Zaragoza cultiva células madre adultas de tejidos de animales y es pionero en España en el uso de medicina regenerativa para el tratamiento de patologías en mascotas. Su experiencia le permite ofertar a otros especialistas células madre obtenidas de tejidos adultos para usar tanto en terapias como en investigación.
Científicos canadienses han desarrollado un experimento con gatos con ambliopía (ojo vago) en el que, tras diez días en ausencia total de luz, los animales recuperaron su visión normal. Según los investigadores, la oscuridad total durante ese tiempo hizo que el cerebro visual ‘se resetease’ a un estado de mayor plasticidad, facilitando la recuperación.
Colin Blakemore es provocativo, lo sabe y le gusta. En los ‘60 dijo que el cerebro de los mamíferos era “plástico”, cuando aún nadie había empleado ese término. El dominical británico The Observer lo coronó como uno de los científicos más poderosos de Reino Unido, donde durante años organizaciones animalistas le amenazaron por sus experimentos. Blakemore ha hablado con SINC sobre los dilemas éticos de la investigación científica.