Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford, en EE UU, ha recopilado la actividad física de más de 700.000 personas en todo el mundo gracias a sus smartphones. Su objetivo es explicar los altos índices de obesidad usando como herramienta de investigación estos dispositivos. Los resultados revelan una gran desigualdad en la actividad física analizada.
Científicos de varias instituciones españolas han detectado cómo los niveles de la proteína survivina son significativamente mayores en personas obesas. Los autores han comprobado que esta proteína, que se expresa principalmente en las células progenitoras de los adipocitos, puede actuar como una posible diana terapéutica efectiva para el tratamiento tanto de la obesidad como del cáncer.
Investigadores españoles han descrito nuevos genes involucrados en la obesidad infantil grave. Los resultados, publicados en Plos Genetics, revelan mutaciones en genes relacionados con la regulación hipotalámica del apetito. Uno de los genes encontrado se asocia además al trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
La cafeína disminuye el apetito de los ratones obesos e incrementa su gasto de energía ayudándoles a perder peso, según un artículo publicado en Nature Communications. Sin embargo, las altas dosis de la sustancia necesarias para lograrlo hacen imposible la aplicación de este proceso como tratamiento contra la obesidad.
Investigadores españoles han evaluado el comportamiento dinámico del síndrome metabólico –un grupo de factores que aumentan el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2–. Los resultados apuntan a la alteración de la glucosa y la hipertensión arterial como biomarcadores predictores de su aparición.
La sal es un enemigo oculto en la alimentación de los niños. Así concluye un estudio, realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, que apunta cómo más del 80% de los escolares españoles toma una excesiva cantidad, lo que se asocia con un aumento en el riesgo de hipertensión, osteoporosis u obesidad. Según los autores, es necesario conocer su procedencia para disminuir su ingesta.
El 30% de la población mundial pesa más de lo que debería. Así concluye un nuevo estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, que analiza los efectos de la obesidad y el sobrepeso en 195 países desde 1980 hasta 2015. En España, los datos indican que el 17,8% de los adultos –aproximadamente 7,1 millones de personas– y el 8% de los niños tienen sobrepeso.
Expertos del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona han desarrollado una nueva técnica para medir la producción y la utilización de la energía en el tejido adiposo marrón, un órgano clave en la obesidad por su capacidad para oxidar la grasa y disipar la energía en forma de calor. Este método mejora la precisión de las tecnologías anteriores para estudiar la funcionalidad de la grasa parda, y además, se puede utilizar para testar fármacos que podrían combatir la obesidad.
Un trabajo realizado en Cataluña subraya la importancia de los mecanismos neuronales en la detección de nutrientes y el control de los niveles de glucosa. Los resultados publicados en Cell Metabolism ayudan a comprender con más detalle la diabetes.
La asociación entre los niveles de un biomarcador conocido como receptor soluble de la transferrina y el riesgo de diabetes tipo 2 en una población de alto riesgo cardiovascular depende de la presencia o ausencia de la obesidad. Mientras que en personas no obesas los niveles RsTf elevados se asocian a un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en las personas obesas ese riesgo aumenta.