Una revisión sistemática publicada en eClinicalMedicine concluye que la mayoría de estos fármacos, cuando se utilizan de manera adecuada, no aumentan significativamente el riesgo de cambio de depresión a manía en el tratamiento agudo de esta condición en el trastorno bipolar.
Un nuevo estudio revela que el impacto de la pandemia en la salud mental sigue presente, con un incremento sostenido en la receta de antidepresivos, especialmente en mujeres menores de 40 años.
Un estudio basado en datos de más de 18 000 pacientes de Suecia indica que ciertos fármacos, en particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, se asocian con un mayor declive cognitivo en pacientes con demencia. Los autores subrayan la necesidad de evaluar mejor sus efectos para ajustar adecuadamente la medicación.
Un trabajo liderado por el Instituto de Biomedicina de Valencia del CSIC ha descrito el mecanismo por el que la fluoxetina, un inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina, activa el receptor que controla las conexiones sinápticas de las neuronas.
Mareos, dolor de cabeza, náuseas, insomnio e irritabilidad son algunos de los síntomas que pueden sufrir alrededor del 15 % de los pacientes en tratamiento con estos fármacos al interrumpir la medicación. Este porcentaje es mucho menor de lo que se creía anteriormente, según señala una gran revisión de estudios.
Neurobiólogos de la Universidad de California han descubierto en ratones cómo la tensión y el agobio se convierten en pánico en afecciones como el trastorno de estrés postraumático. El estudio, publicado hoy en Science, revela también un método para bloquear esta emoción.
Investigadores españoles han detectado restos de fármacos, sustancias estimulantes y otros compuestos derivados de la actividad humana en aguas interiores y litorales antárticas. Los científicos urgen medidas más efectivas para reducir su impacto en el medio ambiente.
Los antidepresivos ocupan el tercer lugar de los medicamentos más recetados en todo el mundo y el cuarto entre los más vendidos. Sin embargo, su perfil de seguridad sigue siendo un tema controvertido. Ahora, una investigación internacional ha demostrado que estos fármacos son, en general, seguros.
Algunos productos químicos de uso humano, como fungicidas o antidepresivos, acaban en los ríos. Estas sustancias tóxicas, en bajas concentraciones, pueden llegar a cambiar la forma en que algunas criaturas acuáticas nadan y se alimentan. Esta es la principal conclusión a la que han llegado investigadores de la Universidad de Barcelona y Portsmouth (Reino Unido) en un estudio sobre la evaluación de los riesgos de estos compuestos en los ecosistemas acuáticos.
Entre el 6 y el 10% de las mujeres embarazadas recibe tratamiento para la depresión. Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista JAMA Pediatrics, revela que los antidepresivos están fuertemente asociados en este periodo con un mayor riesgo de autismo. Para llegar a esta conclusión, el trabajo ha analizado los resultados de 145.456 embarazos.