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En 1947 cayó en la localidad leonesa de Reliegos una roca extraterrestre. Hace 60 años desapareció el fragmento que custodiaba un investigador del Museo de Ciencias Naturales, pero la pieza se ha puesto a la venta recientemente por internet, lo que ha dado la pista al SEPRONA para recuperarla en Hernani (Guipúzcoa) y devolverla a sus legítimos dueños. Ya se puede admirar en su vitrina.
Las incrustaciones en una ureilita descubierta en Sudán son un misterio. Hace dos años se postuló que su origen solo podía estar en un cuerpo padre desaparecido del sistema solar, más grande que Mercurio, sometido a altas presiones. Ahora científicos italianos concluyen que este preciado material se pudo formar en pequeños planetesimales.
Aunque en la Tierra se han borrado sus huellas por la erosión, hace unos 800 millones de años se produjo un bombardeo de meteoritos con una masa total unas 30 a 60 veces mayor que la del asteroide que acabó con los dinosaurios. Investigadores japoneses lo han deducido tras analizar 59 cráteres lunares con la sonda Kaguya y usar datos de las misiones Apolo.
El asteroide que cayó en la Península de Yucatán en México hace 66 millones de años provocó un cráter de 180 km de diámetro y un evento de extinción a final del Cretácico. La vida de los organismos del fondo marino del cráter recuperó su abundancia y diversidad en tan ‘solo’ 700.000 años, según un nuevo estudio. La productividad biológica fue clave en el proceso.
Estaban olvidados en un antiguo gabinete de curiosidades de Barcelona, pero científicos de varias instituciones catalanas han sacado a la luz los restos del meteorito que impactó cerca de Tarrasa un día de Navidad de hace tres siglos. Ocurrió en plena Guerra de Sucesión y los dos bandos lo utilizaron con objetivos propagandísticos.
Hace 65 millones de años, el impacto de un asteroide en la Tierra desencadenó incendios forestales y un tsunami, y expulsó tanto azufre a la atmósfera que bloqueó la luz del Sol. Esto explica en parte la extinción del 75 % de la vida en ese momento. El análisis de rocas extraídas de la zona central del cráter Chicxulub en México confirma estas teorías y revela la ausencia de azufre en algunas de las muestras.
Un gigantesco cráter de 31 km de diámetro, tan grande como el área metropolitana de Madrid, se oculta bajo un glaciar de Groenlandia. Los científicos que lo han descubierto estiman que el meteorito que lo produjo pudo impactar hace entre tres millones de años y tan solo 12.000 años. Quizá nuestros antepasados no vieron la colisión, pero pudieron sentir sus consecuencias climáticas.
Investigadores del Instituto de Ciencias Matemáticas y la Universidad de Pisa han confirmado que algunos de los modelos matemáticos que se emplean para seguir a los asteroides ofrecen buenas aproximaciones estadísticas. Las matemáticas son especialmente importantes para seleccionar aquellos que tienen mayor probabilidad de colisionar contra nuestro planeta y poder analizar sus trayectorias.
Un equipo internacional de científicos, con participación de la Universidad de Zaragoza, ha descubierto los restos más puros del mundo de las rocas fundidas que se produjeron por el impacto del asteroide de Chicxulub en la península de Yucatán en México hace 66 millones de años y que provocó la extinción masiva del 70% de las especies del planeta. Las minúsculas "perlas de vidrio” halladas son esférulas de roca que viajaron 2.000 km a causa del impacto hasta depositarse en la deshabitada Isla de Gorgonilla en Colombia.