En España, donde todas las culturas ibéricas han crecido a orillas de algún río, es urgente salvar lo poco que queda de bueno en las cuencas, castigadas durante décadas por la contaminación, las especies invasoras y las alteraciones hidrográficas. Nuevas figuras como las reservas naturales fluviales surgen para luchar por la preservación de los escasos ríos vírgenes que aún resisten.
Un estudio propone el uso de nuevos índices ecológicos para solucionar uno de los mayores retos a los que se enfrenta la sociedad: analizar cómo las actividades humanas afectan a la salud de la naturaleza y de qué manera la degradación de los ecosistemas podría modificar la cantidad de recursos y servicios que recibimos. Los investigadores proponen incorporar indicadores basados en el funcionamiento del ecosistema para evaluar la salud de los ríos y mejorar así su conservación.
Los peces carachama de Ecuador se enfrentan a un crustáceo parásito que puede llegar a representar más del 15% de su cuerpo habitando en su cavidad abodominal. En algunos casos, el alien termina con los peces castrándolos o matándolos de hambre. Un estudio español describe cómo actúa el parásito que fue descubierto en 1866 en Argentina, y que se observa ahora por primera vez en Ecuador en estos peces del Amazonas.
Ante el aumento de la concentración de sales en ríos y lagos provocado por actividades humanas como la agricultura, un equipo internacional, liderado por un científico español, reclama soluciones y políticas preventivas globales para proteger los ecosistemas acuáticos de la salinización. Según los expertos, el cambio climático empeorá la situación en la salud humana y en el funcionamiento de los ecosistemas. La salinidad de los cultivos, por ejemplo, hará imposible producir ciertos alimentos, como ya sucede en el valle del Ebro.
Un equipo internacional, dirigido por el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha comprobado que la diversidad de especies y su abundancia en el río Amazonas está determinada por la calidad de las áreas inundables y la distancia a la que se encuentran las masas forestales, así como por la cantidad de oxígeno disuelto en el agua. El estudio insta a conservar las zonas inundables, ya que la pesca es un recurso esencial para las comunidades humanas que viven a lo largo de los ríos tropicales.
El grupo de investigación Hidrología y Medio Ambiente de la Universidad del País Vasco ha localizado en el río Deba y sus afluentes los tramos de mayor riesgo potencial por sus altos contenidos en metales. Asimismo, ha identificado las fuentes de contaminación y ha valorado el efecto de determinado tipo de crecidas sobre el arrastre y distribución de los sedimentos, y los metales asociados a ellos.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona revelan por primera vez que la descarga de agua subterránea en el mar Mediterráneo puede ser hasta 15 veces superior a las entradas de agua de los ríos.
Un nuevo estudio publicado en la revista Geology asegura que la agricultura intensiva y la eliminación de los bosques autóctonos aceleran la erosión mucho más rápido que la naturaleza. Esta actividad influye de forma tan dramática que el desgaste en pocas décadas por causas humanas equivale a la pérdida de tierra de forma natural durante miles de años.
Por primera vez, un equipo de investigadores liderados por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) ha estudiado sobre el terreno de qué forma responde a la contaminación un tipo de mosquito que vive en tres ríos gallegos con altos niveles de residuos: el Sar, el Con y el Louro.