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La crisis climática no afectará por igual a todas las focas antárticas

Las focas cangrejeras del Mar de Weddell no encontrarán lugares donde descansar y criar y tendrán acceso a cada vez menos recursos alimentarios, mientras de las focas de Weddell, más flexibles, se verán mínimamente afectadas por el aumento de las temperaturas. Ambas especies protagonizan nuestro #Cienciaalobestia.

Foca de Weddell
Una foca de Weddell. / Michelle LaRue

En una de las zonas oceánicas más remotas del mundo, el Mar de Weddell, varias especies de focas crían y se alimentan: entre ellas las focas cangrejeras (Lobodon carcinophagus) y las de Weddell (Leptonychotes weddellii). Durante varios años, gracias a la ayuda de miles de ciudadanos un equipo de científicos, liderado por la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, rastreó las imágenes de satélite en busca de estos mamíferos en el océano Antártico.

Los hallazgos arrojan luz sobre cómo estos depredadores marinos responden de manera diferente al cambio climático en función de sus ecologías únicas

Uno de los objetivos era crear técnicas de seguimiento de las áreas marinas para la conservación de las focas y otro tipo de fauna. “Descubrimos que las focas de Weddell y las focas cangrejeras se reproducen cerca de los lugares en los que pueden encontrar comida”, afirma Mia Wege, ahora profesora de Zoología en la Universidad de Pretoria (Sudáfrica) y que trabajaba en la universidad neozelandesa.

En un nuevo estudio, publicado en la revista Global Change Biology, los investigadores revelan cómo el cambio climático afectará a estos lugares de cría. De hecho, no lo hará de igual manera. “Debido a la crisis climática, las focas cangrejeras tendrán cada vez más dificultades para encontrar un lugar donde descansar y criar a sus crías, además de tener menos comida disponible”, señala Wege, autora principal.

Pero lo más sorprendente es que las focas de Weddell, en cambio, se verán mínimamente afectadas en un futuro próximo, “contrariamente a lo que ocurre en otros lugares de la Antártida”, añade la experta.

Los hallazgos arrojan luz sobre cómo estos depredadores marinos responden de manera diferente al cambio climático en función de sus ecologías únicas. “Lo más importante es que el estudio demuestra una vez más cómo estas especies pueden proporcionar información sobre todo el ecosistema, y lo valiosas que son como especies centinela, especialmente cuando pensamos en formas de supervisar la eficacia de las áreas marinas protegidas”, recalca la investigadora.

Foca cangrejera sobre el hielo cerca del mar de Weddell. / Ursula Rack

Foca cangrejera sobre el hielo cerca del mar de Weddell. / Ursula Rack

Unas más especializadas y otras más flexibles

La naturaleza especializada de las focas cangrejeras, que prefieren criar en el hielo inestable y de corta duración que vaga a la deriva en el mar, son más vulnerables al aumento general de las temperaturas. Si estas plataformas de hielo en medio del agua se derriten, esta especie tendrá menos espacio para criar.

Además, son muy exigentes en cuanto a su alimentación. La mayor parte de su dieta (>90 %) consiste en krill antártico y difícilmente cambian de presas ya que se han convertido en depredadores muy especializados con unos dientes en forma de tamiz que se adapta a la caza del krill. Si el cambio climático afecta a sus presas en el océano, estos animales tienen más probabilidades de sufrir.

Las investigaciones actuales muestran que las focas cangrejeras ya corren el riesgo de perder su hábitat de reproducción y alimentación

Aunque el Mar de Weddell no se ve tan afectado por el cambio climático como la península antártica, las investigaciones actuales muestran que las focas cangrejeras ya corren el riesgo de perder su hábitat de reproducción y alimentación incluso en este relativo “refugio”.

En el caso de las focas de Weddell, que crían en el hielo rápido, es decir el que se forma sobre el continente antártico, estas permanecen en plataformas más estables. Además, son más flexibles en su dieta, combinando pescado, krill y calamares, y se mueven en función de sus presas.

“Si queremos mitigar el declive de la población de focas amantes del hielo a medida que el clima se calienta, debemos trabajar ahora para crear áreas marinas protegidas que garanticen la longevidad de estas especies y sus ecosistemas”, concluye Michelle LaRue, investigadora principal del estudio de la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda.

En octubre se celebrará la reunión anual de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, donde los líderes mundiales estudiarán la posibilidad de proteger más de 2,2 millones de km2 en el Mar de Weddell, y según los expertos, se tendrán que tener en cuenta las diferencias entre especies para planificar mejor su protección.

Referencia:

Mia Wege et al. “Ice matters: life-history strategies of two Antarctic seals dictate climate change eventualities in the Weddell Sea” Global Change Biology

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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