Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y otros centros europeos han desarrollado una neurointerfaz cerebro-cerebro para mejorar las habilidades de un grupo de personas, en concreto, durante un ejercicio de clasificación de imágenes más o menos ambiguas. Cuando dos participantes estaban conectados los resultados eran mejores. El sistema se podría usar en el futuro para controlar objetos y comunicarse telepáticamente.
Dentro de los estudios sobre la interacción hombre-máquina, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han analizado un caso concreto: el papel que desempeña la intuición humana para dirigir una orquesta. Los resultados revelan las ventajas de usar un sistema personalizado que aproveche esa intuición, que todavía no ha conseguido la inteligencia artificial, a la hora de interpretar la música.
Investigadores de la Universidad de Valladolid han creado una interfaz cerebro-ordenador que permite controlar Twitter y Telegram en un móvil a partir de la señal del electroencefalogramal. El sistema está destinado a personas que presentan problemas motores graves y dificultades para hablar.
Investigadores de las universidades de Valladolid y Almería han desarrollado un sistema, basado en redes neuronales artificiales, que permite discriminar las especies presentes en los cultivos de microalgas. Estas se emplean en ámbitos como la purificación de agua, la extracción de antioxidantes y la alimentación animal.
Científicos de la Universidad Politécnica de Valencia y otros centros de investigación han creado nanopartículas porosas para facilitar el suministro del fármaco docetaxel a las células de cáncer de próstata. Los resultados in vitro mejoran cien veces la actividad antitumoral de este medicamento.
Investigadores valencianos han desarrollado un biosensor de bajo coste y alta sensibilidad capaz de detectar los autoanticuerpos del lupus en fases muy tempranas, lo que facilita la detección precoz de esta enfermedad. El dispositivo solo requiere una pequeña muestra de sangre o saliva y ofrece los resultados en menos de una hora.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado ALTEA, un software para analizar, a partir de imágenes de resonancia magnética, diversos parámetros de textura cerebrales que actúan de biomarcadores del alzhéimer. Los resultados facilitarán la detección de esta enfermedad en sus fases más tempranas.
Cuando un teléfono deja de funcionar, la mayoría compramos uno nuevo. Pocos piensan que ese aparato podría ser reparado, reutilizado o incluso reciclado. Millones de dispositivos acaban acumulados en hogares o vertederos, convirtiéndose en una amenaza emergente para el medio ambiente y la salud.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra y la Universidad de Bristol han conseguido por primera vez manipular en el aire varias partículas, de forma independiente y en las tres dimensiones, con la única ayuda del sonido. Esta tecnología se podría usar para crear pequeñas estructuras con partículas levitantes, sin necesidad de tocarlas, e incluso para realizar operaciones quirúrgicas sin tener que abrir al paciente.
Las oficinas saludables pueden hacer que la productividad de los empleados aumente más de un 60%, según se desprende de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid. Los resultados sugieren una mejora en el bienestar, la productividad, la creatividad y la salud mediante la introducción de la luz natural y la vegetación en la oficina.