En las plantas existe una estructura llamada epicáliz, que se cree que atrae a polinizadores, protege el ovario, facilita la germinación y dispersa frutos y semillas. Pero hasta ahora se había especulado sobre sus funciones y su origen. Un equipo del científicos del Real Jardín Botánico (CSIC) ha estudiado el desarrollo floral en las especies Lavatera trimestris y Malva hispanica y propone una novedosa hipótesis: el epicáliz es una hoja altamente modificada.
Entre 200 y 1.000 metros de profundidad vive una comunidad de peces, calamares y crustáceos, cuya biomasa sobrepasa todas las capturas de las pesquerías actuales. Esta zona en penumbra de los océanos contiene hasta el 90% de la biomasa total de peces de los océanos. Según un equipo internacional de científicos, liderado por un investigador vasco, se estima que existe el equivalente a 1,3 toneladas de peces por persona, por lo que el interés pesquero en esta zona podría aumentar. Sin embargo, los científicos temen que se llegue a una 'fiebre del oro' sin regulación.
Los científicos ya sabían que el ADN de los neandertales se encuentra en todas las poblaciones no africanas de los humanos de hoy en día. Un estudio revela ahora que los habitantes de Melanesia, en Oceanía, albergan en su genoma entre el 1,9% y el 3,4% de herencia procedente de los denisovanos, otra especie extinta de Homo de la que solo se conservan restos de un individuo hallado en Siberia.
La biodiversidad de la flora de los cultivos de cereales se ha reducido drásticamente en Cataluña desde los años 50 hasta la actualidad, según un nuevo estudio que apunta a la intensificación de la explotación agrícola como responsable de la disminución de la riqueza y abundancia de las llamadas malas hierbas. El trabajo señala que en la mayoría de los campos de cereales ha desaparecido cerca de un centenar de especies, 30 de las cuales eran propias de los sembrados.
Emisiones mundiales de C02 relacionadas con el sector de la energía. / Efe
Reconstrucción del monstruo de Tully tal y como sería hace 300 millones de años. / Sean McMahon
Los árboles se adaptaron al cambio de temperatura y su respiración solo aumentó un 5%./ Artur Stefanski
Unos 48.000 m2 de praderas marinas de la costa oeste de Australia, en la isla de Rottnest, uno de los iconos turísticos del país, han sido arrancadas por las casi 900 cadenas de anclas de las embarcaciones de recreo que amarran en la zona. Estas son las cicatrices que ha estudiado un equipo internacional de científicos, liderado por españoles.