Naia es el nombre que un equipo internacional de investigadores ha dado a los restos de una chica, de entre 26.000 y 18.000 años, hallados en la cueva marina Hoyo Negro, en México. Sus huesos les han ayudado a responder una pregunta que los científicos llevan haciéndose durante décadas: ¿Quiénes fueron los primeros americanos?
Expertos israelíes en cefalópodos se plantearon por qué las ventosas de los pulpos no se adhieren a sus propios cuerpos a pesar de que ellos no son conscientes de sus movimientos. Para dar con la respuesta, los científicos probaron el comportamiento de estos animales, que son caníbales, ante los brazos amputados de sus congéneres.
Las larvas de la mariposa Zizeeria maha que han ingerido hojas expuestas a radiactividad tras el accidente nuclear de Japón en 2011 son más propensas a sufrir anomalías y muerte temprana, según científicos nipones.
La Universidad de Oviedo acerca a pescadores, buceadores, estudiantes y público la realidad de las especies invasoras que pueblan el mar. La experiencia culminará con la creación de una red para la vigilancia medioambiental marina.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, hallan por primera la presencia de un organismo fotosintético y eucariota en un ambiente de extrema sequedad.
El 70% de las aves estudiadas por el Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona había ingerido plásticos. El artículo se publica en la revista Marine Pollution Bulletin.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid participan en un estudio que explica el modo en que los nematodos utilizan el sistema inmune de los vegetales en su propio beneficio para lograr infectarlos.
Los insectos se han revelado como organismos modelo muy útiles para caracterizar los mecanismos moleculares y genéticos que controlan la diferenciación adulta durante el proceso de la metamorfosis. El Instituto de Biología Evolutiva revela en la revista PNAS que el denominado factor E93 es el responsable de dicha metamorfosis.
La investigadora Elisabete Malafia muestra un hueso de ceratosaurio en el laboratorio de la SHN / GBE-UNED.
Silueta del ‘Ceratosaurus’ a escala e imagen del fémur y la tibia del ejemplar portugués / GBE-UNED.