Han hallado protoplumas de dinosaurio y plumas más recientes de pájaros conservadas en ámbar del Cretácico Superior. Imagen: Science/AAAS (c)
Son lentas, ciegas y antiguas, pero la Evolución las ha compensado convirtiéndolas en “gigantes de mentira”. Es la estrategia que utilizan las medusas para conseguir alimento, y tras 500 millones de años resulta ser tan efectiva como el desarrollo de ojos y la natación rápida por parte de los peces. José Luis Acuña, profesor de la Universidad de Oviedo; Ángel López-Urrutia, investigador del Centro Oceanográfico de Gijón-IEO; y Sean Colin, de la Roger Williams University (EE UU) desvelan en la revista Science los entresijos de la evolución de estos poco estudiados animales y lo delicado de su equilibrio con los peces.
Las medusas compiten con los peces en igualdad de condiciones pese a su ceguera y su lentitud. Así lo revela un trabajo liderado por la Universidad de Oviedo y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), que además, alerta sobre el riesgo de un cambio en el ecosistema marino por la sobreexplotación pesquera.
Cuatro momentos de la evolución han quedado atrapados en un depósito de ámbar con protoplumas de dinosaurio y plumas de las primeras aves. Los restos indican tanto el posible color, como estructura y función del plumaje de estas especies.
Una investigación de biólogos españoles e italianos concluye que el 95% de las zonas de alta concentración de vertebrados dentro de la Península Ibérica no se encuentran dentro de áreas protegidas. Además propone cambiar el método actual para delimitar estas zonas ya que solo tiene en cuenta unas pocas especies, dejando fuera grandes grupos de animales.
Medusas en el acuario de Gijón. Imagen: José Luis Acuña
Los ‘puntos calientes’ (o hotspots) de biodiversidad de vertebrados dentro de la Península Ibérica, que suponen el 3,7% del territorio, están desprotegidos en su gran mayoría.