Por primera vez se ha revisado la evidencia científica sobre cómo afecta al riesgo de incendio y los servicios ecosistémicos de los bosques mediterráneos el aumento o recesión de la temperatura de 2 ºC respecto a niveles preindustriales.
Un estudio internacional, liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona, alerta de que la actividad turística genera el 80 % de los desperdicios marinos que se acumulan en las playas de las islas mediterráneas durante los meses de verano. Para los investigadores, la pandemia puede ser una oportunidad para replantear el modelo de turismo sostenible.
Tras analizar la biodiversidad de los briozoos, unos diminutos animales coloniales que viven sujetos al fondo, en el monte submarino del Seco de los Olivos, frente a las costas de Almería, un equipo de científicos españoles y brasileños ha identificado 43 especies diferentes, de las cuales tres nunca se habían visto en el Mediterráneo y otra ha resultado ser nueva para la ciencia.
Un nuevo informe de Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza revela que el equivalente a más de 500 contenedores de transporte al día, unas 229.000 toneladas de plástico, se vierten al mar Mediterráneo al año. Si no se toman medidas significativas para abordar la mala gestión de los residuos, esta cifra será por lo menos el doble en 2040.
Los efectos del calentamiento del mar Mediterráneo en las comunidades planctónicas se verán agravados por la acidificación oceánica, según un estudio liderado por el del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Científicos del CSIC revelan que el Golfo de Cádiz es especialmente vulnerable a las especies invasoras procedentes del Mar Mediterráneo y de la costa oeste africana, en este último caso acentuadas por la crisis climática.
Un equipo internacional de científicos ha constatado que el 58 % de las sardinas y el 60 % de las anchoas de la mitad oeste del mar Mediterráneo ingieren fibras de plástico milimétricas. Estas especies de peces son las más comercializadas y consumidas de esta zona.
La Universidad de Lleida lidera un estudio que explica cómo las zonas más húmedas del área mediterránea donde crece el pino carrasco quedarán más expuestas al calentamiento global, lo que afectará a su desarrollo.
El número de microorganismos invasores se ha incrementado exponencialmente en las últimas décadas a escala mundial. Una investigación del CSIC alerta de que Phytophthora cinnamomi, de origen asiático, está afectando a los suelos en el área Mediterránea.