“La humanidad es la especie más estúpida: es la única donde los machos matan a sus hembras”, dijo Françoise Heritier. Esta semana ha muerto la etnóloga francesa, que probó que la violencia de género no responde a ninguna ferocidad natural, sino a un exceso de cultura patriarcal.
El mero hecho de que en una investigación biomédica participen mujeres hace más probable que el trabajo contemple un análisis de sexo y de género como factores que afectan a la salud, lo cual mejora la calidad de la ciencia. Lo han probado investigadores de las universidades de Stanford (EEUU) y Aarhus (Dinamarca) después de analizar más de un millón y medio de artículos científicos. “Investigar de manera errónea cuesta vidas y dinero”, advierte una de las autoras.
Hoy se han conocido los ganadores del Premio Nobel de Química 2017, entre los que no había ninguna mujer. Solo cuatro científicas de un total de 177 premiados han recibido el galardón en esta categoría, una de ellas, Marie Curie. El presidente de la Fundación Nobel, Carl-Henrik Heldin, ha reconocido hoy en Madrid el problema de diversidad de género en los premios más prestigiosos del mundo.
En la Edad de Piedra y de Bronce en Europa, las mujeres que vivían en Europa viajaban lejos de sus aldeas para formar sus propias familias. Estas migraciones desempeñaron un papel importante en el intercambio de objetos culturales e ideas, según un estudio que publica la revista PNAS.
Su familia se preguntaba por qué había elegido una carrera que la llevaría directamente al desempleo, como al resto de mujeres científicas en Túnez. Ahora, a Sarra Arbaoui, ingeniera agrónoma y profesora en el Instituto Agrónomo Superior de la localidad tunecina de Chott Mariem, le gustaría servir de ejemplo para sus conciudadanas dedicadas a la ciencia, para que no tiren la toalla por culpa del panorama laboral, y también para los propietarios de empresas privadas que, por sistema, en su país no contratan ingenieras.
Hace más de un siglo, el Observatorio de Harvard reclutó a un grupo de mujeres para realizar un trabajo tedioso y mal pagado: analizar estrellas en placas fotográficas de vidrio. Pero con el tiempo aquellas damas se convirtieron en verdaderas profesionales, y nombres como Williamina Fleming, Annie Jump Cannon, Antonia Maury, Henrietta S. Leavitt y Cecilia Payne entraron en la historia de la astronomía. Sus méritos los repasa ahora para Sinc la divulgadora científica Dava Sobel, autora de El universo de cristal.
La edad media de las pacientes que recurre a técnicas de fecundación in vitro ha aumentado cuatro años en dos décadas y ya se sitúa en los 39, según el informe de Salud de la Mujer Dexeus que se ha presentado esta mañana en Barcelona. Más de la mitad de estas mujeres son madres primerizas después de los 40 años y el 30% de ellas requiere de técnicas de diagnóstico genético implantacional para descartar enfermedades.
Tanto en la literatura como en el cine, el feminismo ha encontrado en la ciencia ficción un espacio perfecto donde superar los roles clásicos y crear personajes femeninos complejos: mujeres activas y conscientes, heroínas que cambian el mundo y son imperfectas. El subgénero se ha enriquecido desde que ellas también son sus creadoras, consumidoras y protagonistas.