Un equipo internacional de científicos, con la participación de varios centros españoles, ha descubierto un cráneo humano de 400.000 años, el más antiguo jamás hallado en Portugal y el más occidental de los restos encontrados en Europa. Según el trabajo, el fósil arroja luz sobre la evolución humana durante el Pleistoceno medio y sobre el origen de los neandertales.
Una investigación, en la que participa el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos, indaga sobre la manipulación de huesos para fines no nutricionales hace más de 300.000 años en el yacimiento israelí de Qesem Cave. Los hallazgos revelan la existencia de retocadores de hueso en este enclave y confirman la capacidad de los homínidos previos al Homo sapiens para manipular diferentes tipos de materias.
Los europeos más antiguos que vivieron en Atapuerca tenían una dieta equilibrada de plantas y carne, pero las pruebas de la placa dental de una mandíbula de hace 1,2 millones de años indican que ingerían los alimentos crudos. Así lo confirma un estudio que avala la hipótesis de que el uso intencionado del fuego aún no se habría producido. Los científicos aportan una nueva cronología sobre el inicio del uso del fuego para cocinar alimentos.
Los hombres y mujeres de la Edad de Piedra golpeaban piedras para crear armas y herramientas con las que cortaban y raspaban gracias a las lascas que se desprendían del núcleo. Hasta ahora, se pensaba que éramos los únicos animales en hacerlo. Pero un equipo de científicos ha descubierto que unos monos capuchinos salvajes de Brasil también rompen rocas. En su caso, lo hacen para extraer minerales o líquenes de ellas.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos ha iniciado una nueva línea experimental con carnívoros salvajes para caracterizar las modificaciones causadas por estos animales en yacimientos arqueológicos prehistóricos. La variedad de agentes y procesos que pueden actuar durante el proceso de formación de los yacimientos es amplia, pero los agentes biológicos acumuladores más relevantes son los homínidos y los carnívoros, según el estudio.
Todo aquel que se acerque hasta el Museo Nacional de Ciencias Naturales situado en Madrid podrá ver, a partir de hoy, las 41 nuevas piezas de la exposición ampliada Minerales, fósiles y evolución humana, donadas por la Fundación Bancaria ”la Caixa”. Entre ellas destacan los restos fósiles de un oso cavernario adulto y su cría, y la reproducción hiperrealista a tamaño natural de cuatro especies de homínidos.
Investigadores de la Universidad de Barcelona han encontrado evidencias de la posible entrada de homínidos en Europa por el sur de la península ibérica hace entre 900.000 y 850.000 años. El estudio se ha publicado en la revista científica Journal of Human Evolution y se basa en la nueva datación de restos fósiles de humano y de primate africano encontrados en Cueva Victoria de Murcia.
Un equipo internacional de científicos, con colaboración del Museo Nacional de Ciencias Naturales, describe una nueva especie de homínido, llamada Homo naledi, cuya morfología se sitúa entre los géneros Australopithecus y Homo. Los científicos, que desconocen aún cuándo vivió este homínido, hallaron los restos de al menos 15 individuos de esta especie en el yacimiento Dinaledi en Sudáfrica.
Investigadores españoles han participado en el análisis de la falange de un homínido de hace 1,9 millones de años. Aunque no se ha identificado la especie a la que pertenecía, sí se sabe que ya se había adaptado a la vida terrestre y realizaba el mismo tipo de tareas que los humanos actuales. Es, por tanto, el hueso más antiguo perteneciente a una mano considerada moderna por su morfología y funcionalidad.
La secuenciación del genoma humano, iniciada hace 15 años, supuso un hito científico que ha permitido abrir nuevas oportunidades en la investigación en distintos ámbitos. Uno de ellos, permite conocer la historia de la evolución humana y su proceso de selección natural. Para descubrir el linaje genético del hombre, un equipo internacional de científicos ha analizado las variantes en el número de copias de los genes de 236 genomas humanos, procedentes de 125 poblaciones de diferentes regiones del mundo.