El análisis de los fósiles de un adulto y de dos ejemplares juveniles de tigres de dientes de sable, descubiertos juntos en Ecuador en los años 60, desvela sus secretos de familia. Estos félidos gigantes de la Edad de Hielo, que pudieron ser hermanos junto a su madre, crecieron con bastante rapidez, pero pudieron quedarse con su progenitora durante más tiempo que otros felinos antes de forjar su camino.
Aunque en la actualidad los camaleones poseen la lengua más rápida y elástica del reino animal, no fueron los primeros en desarrollarla. Un grupo raro de anfibios que vivió hace más de 100 millones de años ya capturaba a sus presas con una proyección explosiva de su lengua, como confirman los restos de tejido blando de una nueva especie conservada en ámbar.
Estos enormes reptiles voladores, caracterizados por sus crestas en forma de media luna sobre sus alargados picos, estaban repartidos por todo el mundo hace millones de años. Un nuevo estudio no solo describe una nueva especie en Reino Unido, sino que caracteriza y analiza las relaciones de parentesco de los anhangüéridos, un linaje de grandes pterosaurios dentados.
Hasta ahora asignada a otra especie, un equipo de paleontólogos ha analizado ahora una vértebra de ictiosaurio, un reptil marino de unos tres metros de longitud que se alimentaba de peces y otros animales en lo que antes eran aguas de las Islas Baleares. El fósil pertenece al primer ejemplar con anatomía primitiva de este grupo que se ha encontrado en toda Europa.
El control paleontológico realizado durante las obras la construcción de una carretera de circunvalación en Sabadell, Cataluña, permitió el hallazgo de dientes fósiles de Deinotherium proavum, la mayor de las tres especies europeas de proboscidios extintos remotamente emparentados con los elefantes modernos. Su análisis revela ahora que son los más antiguos de Europa.
Estos dinosaurios presentaban un cuerno facial, visión binocular y aperturas nasales tras la eclosión del huevo. Estos rasgos se transformaban con el paso a la edad adulta, según una investigación publicada en la revista Current Biology.
Paleontólogos de Perú y Argentina hallaron por primera vez en la Amazonía peruana los restos de un perezoso gigante con 46 marcas del ataque del depredador terrestre más grande después de la extinción de los dinosaurios, el Purussaurus, un enorme caimán, tan largo como un autobús, que intriga a los científicos.
Un equipo de paleontólogos ha encontrado el esqueleto casi completo de un talatosaurio de cuatro metros en el estómago de un ictiosaurio de cinco metros. El hallazgo sugiere que este animal era, en realidad, un superpredador capaz de ingerir animales de gran tamaño.
Estos lechos servían como zona de descanso y como espacio para el trabajo cotidiano, al tiempo que permitían repeler insectos gracias al uso de cenizas. El descubrimiento, publicado en Science y que cuenta con colaboración española, supone el uso humano más antiguo registrado de camas de hierba, superando las evidencias anteriores en más de 100.000 años.