Un análisis de isótopos de rocas lunares y terrestres, publicado en Science, revela que el hipotético planeta que chocó contra la Tierra y dio lugar a nuestro satélite hace 4 500 millones de años viene de más cerca del Sol de lo esperado.
El telescopio espacial James Webb ha detectado una galaxia formada solo 570 millones de años después del Big Bang que alberga un objeto extremadamente masivo en rápido crecimiento. El hallazgo desafía las teorías sobre la evolución temprana de galaxias y agujeros negros.
Una investigación liderada por el Centro de Astrobiología revela que el material genético puede conservar información biológica incluso bajo la intensa radiación marciana. Basado en experimentos con rocas terrestres análogas, el estudio sugiere que estas moléculas podrían actuar como biomarcadores en la búsqueda de vida pasada en el planeta rojo.
Un equipo de investigación ha detectado por primera vez una eyección de masa coronal, habituales en el Sol, en una estrella distinta. Esta explosión puede destruir la atmósfera de los planetas cercanos, por lo que sirve de guía en la búsqueda de vida en exoplanetas.
Entre los proyectos de búsqueda de civilizaciones extraterrestres, en los últimos años ha tomado fuerza la idea de que la polución en la atmósfera de planetas lejanos puede ser una tecnofirma, una pista de la presencia de tecnología avanzada. Algunos telescopios actuales pueden detectar estos rastros, y otros en proyecto aumentarán las opciones.
La sonda ha logrado observar el cometa 3I/Atlas cuando se encontraba a unos 30 millones de kilómetros de distancia. El objeto celeste es mucho menos luminoso que la superficie de Marte, por lo que la captura exigió al máximo las capacidades ópticas de la cámara de alta resolución de la nave.
El martes 4 de noviembre, la Agencia Espacial Europea lanzó desde la Guayana Francesa el último de los satélites de la misión Sentinel-1, que tiene como objetivo proporcionar imágenes de alta calidad de la Tierra. El servicio se usará para la respuesta ante catástrofes, observación del clima y el seguimiento de los buques en las zonas marítimas.
Una imagen obtenida desde el Observatorio Paranal en Chile muestra una extensa y fantasmagórica nube de gas y polvo interestelar, ubicada a unos 10 000 años luz de la Tierra. Su contorno recuerda a un murciélago desplegando las alas, con un resplandor rojo intenso y filamentos oscuros que revelan una activa zona de formación estelar
El cometa C/2025 A6 Lemmon, descubierto a comienzos de año, alcanza estos días su punto más cercano a la Tierra y puede observarse al anochecer sin necesidad de telescopio. Su paso ofrece una oportunidad excepcional para contemplar uno de los espectáculos más bellos del firmamento.
Un análisis de la Agencia Espacial Europea de remolinos de polvo detectados a través de imágenes que los róveres han tomado durante décadas revela cómo se distribuyen los vientos en el planeta rojo. Los hallazgos se utilizarán para la planificación de futuras misiones.