La secuenciación del genoma de restos humanos del Mesolítico, encontrados en un yacimiento leonés, revela que los antiguos cazadores recolectores europeos tenían los ojos claros y la piel oscura, una combinación que no existe en la Europa actual. Es la primera vez que se recupera ADN completo de un individuo del viejo continente que vivió antes del Neolítico.
Ilustración de dos ejemplares de ‘Eodortoka morellana’ disfrutando en el agua. / Carlos de Miguel Chaves.
Reconstrucción de los restos del caparazón encontrados / GBE UNED.
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia han identificado una nueva especie de tortuga que habitaba hace 125 millones de años en la localidad de Morella (Castellón). Esta especie es la única de su grupo que se ha encontrado en Europa en esa época, y tenía costumbres nadadoras: pasaba la mayor parte del día en los ríos o calentándose al sol.
La mayoría de los animales tienen en sus ojos entre dos y cuatro fotorreceptores para distinguir los colores. Los estomatópodos (Stomatopoda) o gambas mantis son los únicos seres vivos que tienen doce. Un equipo de investigadores ha resuelto parte del misterio de su peculiar sistema de visión: no les permite distinguir mejor los colores que al resto; sin embargo, su forma de codificarlos les da ventajas a la hora aparearse o reconocer el peligro.
Un equipo científico internacional ha logrado secuenciar el genoma de cáncer más antiguo descifrado hasta ahora, que ha sobrevivido 11.000 años. Se trata de un cáncer venéreo transmisible en cánidos que causa tumores genitales y que continúa propagándose entre perros domésticos hasta hoy.
Ejemplar del delfín del río descubierto en Araguaia (Brasil). / bbc.co.uk.
Los machos de las moscas de la fruta que están emparentados prefieren cooperar entre ellos para aparearse y disminuyen la agresividad del cortejo. Este mecanismo de selección sexual beneficia también a las hembras que sufren menos daños.
Investigadores analizan los restos en la cueva de Portalón en Atapuerca. / Javier Trueba