Investigadores del País Vasco, en colaboración con el Real Jardín Botánico y el Instituto Forestal de Eslovenia, describen en un estudio que publica la revista Mycologia dos nuevas especies de Hydnum –llamadas vulgarmente lenguas de buey–. Este género es conocido porque muchos de sus hongos son comestibles.
'Hydnum vesterholtii'. /UPV / EHU
'Hydnum ovoideisporum'. / UPV / EHU
Las hembras de Drosophila melanogaster depositan sus larvas en ambientes con alcohol como tratamiento preventivo cuando hay avispas parasíticas a la vista.
Un equipo internacional, en el que participa el profesor de la Facultad de Física de la Universidad de Santiago de Compostela, Gonzalo Míguez Macho, acaba de publicar un artículo en la revista Science que compila observaciones alrededor de todo el planeta respecto de la profundidad de la capa freática a partir de informaciones de archivos gubernamentales y de la literatura científica existente.
Un grupo de biólogos de la Universidad de Vigo ha desarrollado un vídeo que explica de forma didáctica una de sus líneas de investigación: las claves de los polimorfismos en las plantas.
Según dos nuevos informes de la Agencia Europea de Medioambiente, las especies exóticas invasoras representan mayores riesgos para la biodiversidad, la salud humana y la economía de lo que se creía anteriormente. En Europa existen más de 10.000 especies exóticas, y la tasa de nuevas introducciones se ha acelerado y sigue aumentando.
Un estudio en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) ha desarrollado un nuevo método para evaluar los efectos del cambio climático en la dinámica poblacional de las especies, mediante el análisis de la plasticidad de la estrategia vital de dos plantas amenazadas.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han analizado más de 55.000 parcelas en 11 tipos de bosques diferentes en Europa hasta determinar que los bosques con mayor variedad de especies de árboles producen de media un 24% más de madera que aquellos que presentan un solo tipo de árbol.
Nuevos fósiles de los géneros Strashila y Vosila ponen en duda la idea de que parasitaran la piel de dinosaurios emplumados y reptiles alados. Un estudio publicado en Nature sugiere que estos insectos extintos eran dípteros que perdían sus alas al salir de la crisálida, copulaban en el agua y morían en el acto. Su característica más extraña es que, según parece, algunos adultos tenían branquias, como las larvas.