Hay al menos una zona libre de muerte durante la apoptosis. Así lo ha demostrado un estudio pionero liderado por José Antonio Sánchez Alcazar, investigador de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, que supone un cambio conceptual en el proceso natural de muerte celular. El hallazgo aporta nuevos conocimientos sobre esta materia, con posibles aplicaciones médicas en áreas como el tratamiento del cáncer.
Los fósiles de once de aves del Cretácico estudiados por científicos de China sugieren que los antepasados de los pájaros modernos tenían alas en sus extremidades inferiores. A lo largo de la evolución las patas perdieron sus plumas y se especializaron en el desplazamiento terrestre, mientras que las extremidades superiores se dedicaron al vuelo.
Un equipo internacional de científicos ha secuenciado el genoma del alga roja o musgo de Irlanda (Chondrus crispus). "Ahora conocemos más cosas de su funcionamiento, sus biomoléculas y la evolución de las plantas y las algas", explican los expertos del Centro de de Regulación Genómica que colaboran en la investigación. Los resultados se publican esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Cada año cientos de cetáceos, grandes y pequeños, quedan varados en las costas españolas, sobre todo entre los meses de febrero y junio, momento de las migraciones. La mayoría de las veces quedan en el olvido, salvo para los científicos. A cada mamífero encontrado muerto se le practica una necropsia. El análisis no solo determina la causa de la muerte, también ayuda a evaluar la salud de los océanos.
Necropsia en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria de un delfín varado en Fuerteventura. / Adeline Marcos
Necropsia de una hembra de delfín con un feto. Murió por ingesta de plásticos. / CEPESMA
Delfín muerto por ingesta de bolsas. / SECAC-IUSA-ULPGC
Bolsas encontradas en el estómago de un delfín. / SECAC-IUSA-ULPGC
Bolsa encontrada en el intestino de un zifio. / CEPESMA