El fósil de un depredador marino de 8,6 metros de largo de hace 244 millones de años, denominado Thalattoarchon saurophagis y descubierto en 2010 en lo que actualmente es el desierto de Nevada (EE UU), proporciona información detallada sobre el origen de las modernas estructuras de los ecosistemas marinos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han evaluado la biología reproductiva de la especie vegetal Senecio coincyi, que habita sólo en las sierras abulenses de Gredos y Villafranca, para buscar nuevos métodos que permitan conservarla. Sus resultados indican que su capacidad de germinación es muy elevada y que su riesgo de desaparición se debe, sobre todo, a la alteración de sus hábitats por la presencia de ganado vacuno.
Gracias al estudio de los patrones de vuelo del buitre leonado (Gyps fulvus), una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado una metodología para establecer la ubicación de los aerogeneradores de los parques eólicos de forma que se reduzcan al máximo las colisiones de esta especie. Las conclusiones aparecen recogidas en la revista PLoS ONE.
Reconstrucción artística del Thalattoarchon saurophagis. Imagen: Raul Martin | National Geographic.
Un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas concluye que no existe una evidencia clara de que se haya producido un aumento global del número de medusas en los últimos dos siglos.
En 1970 se produjo una oleada que llevó al aumento del número de medusas en los océanos, un fenómeno que pasó desapercibido. Imagen: CSIC.
Alca torda en unos acantilados en la reserva natural de Fowlsheugh en Escocia.