Arte rupestre de los San en una cueva de las montañas de la provincia de Limpopo (Sudáfrica). Imagen: Carina Schlebusch.
Un equipo internacional de científicos ha analizado 2,3 millones de variantes de ADN de 220 personas del centro y sur de África. El estudio genético, el mayor hasta la fecha, confirma que los grupos étnicos Khoi y San (bosquimanos) se separaron hace 100.000 años de la rama ancestral común a la que pertenece el resto de los humanos modernos, incluso antes de que salieran de África, hace 60.000 años.
¿Han intentado alguna vez cazar una mosca con la mano? ¿O parar un remate como lo hace Víctor Valdés? Ambas cosas son difíciles. La mosca tiene neuronas especializadas que detectan objetos que se acercan, y generan un reflejo. Muchas especies, como por ejemplo insectos, pájaros o mamíferos, tienen este tipo de neuronas. Los humanos también las tenemos para evitar colisiones o coger objetos en movimiento como pelotas de fútbol. A pesar de que estas neuronas cumplen las mismas funciones, no estaba claro si funcionaban del mismo modo en especies diferentes.
Ostras en la zona intermareal de Xiamen (China). Imagen: Qian
El análisis del genoma de la ostra japonesa u ostión Crassostrea gigas revela que su información genética se aclimata a los factores de riesgo de su ambiente, muy cambiante. Investigadores del Instituto Chino de Oceanografía han descubierto además que la formación de su concha es más complicada de lo que se creía.
El olor del vómito fue la clave para que las carracas adultas se adentraran con mayor prudencia en sus cajas. Imagen: Deseada Parejo.
Ante una amenaza, muchos animales reaccionan emitiendo sustancias químicas que ahuyentan a los predadores y previenen a otros del peligro, y las aves no son una excepción. Un nuevo estudio de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC demuestra por primera vez que las aves son capaces de oler la sustancia que producen sus crías ante un peligro y, por tanto, el miedo de estas en el nido.
Una investigación, liderada por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), ha descubierto que la especie de cuervos de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides) reaccionan de forma diferente según se mueva un objeto a simple vista o de forma oculta. Este ave ya había sorprendido a los científicos anteriormente por habilidades tales como crear herramientas para obtener comida.
Ejemplar de cuervo Nueva Caledonia. Imagen: Mick Sibley.