Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña han presentado en la revista Journal of Coastal Research una primera estimación de las posibles implicaciones del calentamiento global en la costa del delta del Ebro. Los resultados apuntan a que la zona costera del Ebro se hundirá medio metro en 2100.
Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha participado en el análisis del genoma de una bacteria marina que es capaz de obtener por sí misma energía de la luz sin poner en marcha el complejo mecanismo de la fotosíntesis, además de alimentarse de partículas de materia orgánica. Este tipo de microorganismo, con un metabolismo mixto a medio camino entre las algas y las bacterias, podría servir para desarrollar energías renovables en un futuro.
Un trabajo conjunto de científicos de las Universidades de Cantabria y Zaragoza ha permitido la caracterización funcional de una variante génica del ganado bovino asociada con una mayor cantidad de grasa en la leche. De esta forma, se sientan las bases para la aplicación a medio plazo de las nuevas tecnologías para la selección del ganado.
La enzima Rubisco, presente en el proceso de fotosíntesis de las algas, regula su proceso de nutrición, lo que permite a esta especie soportar el aumento de irradiación solar provacada por el cambio climático.
Por primera vez, un equipo multidisciplinar de científicos españoles ha estudiado las características filogenéticas y evolutivas de las plantas que crecen en los bordes de las carreteras y caminos, ante la ausencia de información ecológica para su gestión. La investigación, que supone un desafío para los científicos, se aplica en dos zonas del sur y este de la Península Ibérica, donde el clima influye de forma distinta en las comunidades vegetales.
Al igual que los seres humanos, los animales acuden a ciertos lugares en momentos adecuados, en su caso para evitar a los depredadores o disponer de alimento. Por primera vez, investigadores de la Universidad de Groningen han sido capaces de constatar que los mamíferos utilizan el reloj biológico en el aprendizaje espacio-temporal, una asociación que hasta ahora seguía siendo un misterio.
Cancer Cell publica en su último número un estudio dirigido por el investigador del CNIO Marcos Malumbres por el que se demuestra que el microRNA miR-203 puede controlar el desarrollo de las leucemias causadas por la presencia del cromosoma Philadelphia, concretamente leucemia mieloide crónica, leucemia linfoide aguda y algunas leucemias infantiles. En el estudio ha colaborado José Fernández-Piqueras, de la Universidad Autónoma de Madrid, y también han participado los investigadores Juan Cruz Cigudosa, del CNIO, y George A. Calin y Carlo M. Croce, del MD. Anderson Cancer Center de Houston y la Universidad de Chicago respectivamente.
Un grupo de investigadores del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Universidad Autónoma de Madrid, ha constatado que los resultados obtenidos en modelos experimentales no se pueden aplicar al 100% en humanos debido a las diferencias existentes entre las distintas especies.
El estudio de un grupo de investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) que publicará Nature Cell Biology demuestra, por primera vez, el papel del proceso de traducción y la síntesis de proteínas en el control espacial de la expresión génica durante la segregación cromosómica en la división celular.
Cada una de las células de nuestro cuerpo tiene la capacidad potencial de morir por un programa de muerte celular conocido como apoptosis. Las células en los organismos multicelulares contienen, como los ordenadores modernos, muchos programas que están llenos de códigos que una vez usados en una determinada tarea se convierten en una rutina irrelevante que nadie necesita. La apoptosis o suicidio celular, por ejemplo, se usa de forma regulada para eliminar la saturación de información innecesaria. Disfunciones en la regulación o ejecución del programa de suicidio celular están en el origen de un gran número de anormalidades del desarrollo y enfermedades humanas.