Investigadores del Proyecto Estany han conseguido criar náyades –mejillones de agua dulce– en cautividad. Los resultados del proyecto podrían exportarse a otros ecosistemas de agua dulce. Las náyades son especies bioindicadoras y la mayoría están en una situación crítica de amenaza.
Científicos de las universidades de Huelva, Lisboa, Ensenada (Baja California), Columbia (Nueva York) y Massachussets han estudiado por primera vez cómo ha ido evolucionando el archipiélago de Cabo Verde a través del análisis de las especies marinas que lo poblaban. La novedad de la investigación radica en su estudio en islas volcánicas, donde los expertos han observado los avances y retrocesos históricos del nivel del mar.
Han secuenciado el genoma de una criatura marina conocida como nuez de mar. Ya se sabía que formaba parte de la base del árbol genealógico animal, pero con esta nueva información genética los científicos han descubierto que representa la primera rama de este árbol evolutivo.
Reconstrucción deEdmontosaurus regalis. / Bell, Fanti, Currie, Arbour, Current Biology.
Un raro espécimen de dinosaurio de pico de pato momificado, encontrado en Canadá, tiene en su cabeza una cresta carnosa similar a la de los gallos. Según publican científicos de las universidades de Bolonia y de Nueva Inglaterra, ha sido toda una sorpresa. Las crestas óseas evolucionaron en múltiples formas en los dinosaurios, pero la de este ejemplar es única y se desarrolló independiente a las de otros hadrosaurios.
Algunas microalgas han conseguido adaptarse y sobrevivir a las condiciones extremas de estanques mineros que presentan niveles elevados de uranio y otros metales pesados, procedentes de la contaminación provocada por las minas abandonadas de la provincia de Salamanca, según un artículo publicado en la revista científica Aquatic Toxicology. Uno de los aspectos más importantes de este hallazgo es que las microalgas son capaces de acumular el uranio y podrían emplearse para descontaminar estas aguas.
Diego Álvarez Lao y María Noval en la cueva que albergaba el yacimiento de Jou Puerta. Foto: Javier Calzada.
Restos de la cría de mamut hallados en Jou Puerta: Tres fragmentos de molar (arriba) y una pequeña defensa. Foto: Diego Álvarez Lao.
Investigadores asturianos han conseguido recuperar uno de los conjuntos faunísticos de clima frío más abundantes de la península ibérica. El yacimiento de Jou Puerta, oculto durante milenios, quedó al descubierto durante las obras de la Autovía del Cantábrico, y antes de que la obra continuase su curso los investigadores han recuperado más de mil restos pertenecientes a individuos de diez especies en un estado de conservación excepcional.