Investigadores de la Universidad de Sevilla han diseñado una estructura compuesta por una lona de goma que se adapta y ajusta a la forma de las salidas de alcantarillado y los depósitos de los edificios. Este sistema de cierre es reutilizable y su instalación solo requiere situarla en el interior de estos depósitos y girar una tuerca.
Teresa Tarragó colgó hace seis años la bata de laboratorio y creó Iproteos, una firma de biotecnología que ha desarrollado un compuesto para tratar los problemas de aprendizaje de los pacientes de esquizofrenia, contra los que no hay ningún medicamento. Gracias a su tesón, la empresa ha cerrado una ronda de financiación de capital riesgo de 1,5 millones de euros. Su objetivo es llevar el nuevo fármaco al ensayo en humanos, que se iniciará en 2018.
4D Nature, una spin-off de la Universidad Carlos III de Madrid, ha desarrollado un microscopio capaz de extraer imágenes 3D de organismos vivos en tiempo real. El aparato puede utilizarse en investigación biomédica o para mejorar algunos procedimientos de diagnóstico clínico, según sus creadores.
Un equipo de ingenieros de la Universidad Libre de Bruselas ha logrado crear robots que son capaces de unirse entre ellos para formar otros más grandes o separase, manteniendo la conexión con el sistema de control. Además, pueden autorrepararse, eliminando o reemplazando las partes defectuosas. La idea es crear autómatas cuya morfología se adapte a las necesidades cambiantes de cualquier tarea.
Tiene forma de bolígrafo, es desechable y capaz de identificar en 10 segundos si un tejido es canceroso o no durante una operación. Este nuevo dispositivo, denominado MasSpec Pen, ha sido desarrollado por un equipo de la Universidad de Texas y se empezará a probar en cirugías oncológicas en 2018.
Un nuevo método permite evaluar el consumo y las emisiones de los autobuses urbanos de Madrid usando equipos de medida embarcados a bordo y métodos estadísticos de cálculo. El sistema, denominado ECOTRAM, ha sido desarrollado por un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil y la Empresa Municipal de Transportes.
Un equipo de científicos estadounidenses ha desarrollado una órtesis robótica que ayuda a superar la marcha agachada, una dificultad para caminar causada por la parálisis cerebral. Todos los niños que se han puesto el aparato han sidos capaces de andar sin ayuda externa, y un 78% lo ha logrado el primer día. Los resultados son una prueba más de la efectividad de los dispositivos externos para mejorar la motricidad de las personas discapacitadas.