El cultivo de organismos genéticamente modificados (OGM) es un tema no exento de controversia debido a los riesgos que conlleva: el crecimiento incontrolado de estas especies y su dispersión en la naturaleza. Dos equipos científicos proponen alternativas para impedir que puedan convertirse en invasores.
Al eliminar las reses muertas de la naturaleza, los carroñeros ayudan de forma indirecta a reducir los niveles de CO2 emitidos a la atmósfera. / Manuel Jesús de la Riva Pérez
Desde el mal de las vacas locas, la legislación europea prohibió en 2002 el abandono de reses muertas en la naturaleza para que las aves carroñeras se encargaran de su eliminación. La retirada se hizo a través de plantas industriales. Aunque desde entonces la legislación se ha modificado levemente, siguen siendo empresas autorizadas las que se ocupan de su transporte en España. Un nuevo estudio demuestra que la retirada artificial de animales ha supuesto un aumento de hasta 77.344 toneladas de CO2 al año.
Ngambe es un chimpancé de Nigeria-Camerún rescatado del tráfico ilegal de animales que ahora vive en el Limbe Wildlife Center en Camerún. / Paul Sesink Clee.
En cinco años el cambio climático podría poner en ‘jaque mate’ a gran parte de la subespecie de chimpancé más amenazada del planeta: el chimpancé de Nigeria-Camerún (Pan troglodytes ellioti). La pérdida de su hábitat será drástica en 2020 y podría desaparecer por completo en 2080 en el centro de Camerún.
Los incendios, el pastoreo y las altas temperaturas han propiciado la fragmentación de las poblaciones de tejos y las dificultades para la polinización en Extremadura. Un estudio demuestra que la germinación en estos ambientes marginales se ve afectada porque los roedores consumen casi la totalidad de las semillas del tejo, del que solo quedan 200 ejemplares envejecidos.
Una nueva app llamada GeoODK permitirá, gracias a la ayuda de los ciudadanos, elaborar un mapa que muestre el estado de salud de los encinares, que sufren grandes daños debido al aumento de las sequías. Esta red de observación del decaimiento del encinar en la Península Ibérica que han desarrollado investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) será muy útil para optimizar las estrategias destinadas a su conservación.
Ballena bautizada como Alfonsina junto a un ballenato. /Efe
Científicos del Instituto Español de Oceanografía han participado en un amplio trabajo que revisa el conocimiento científico sobre la biología, la pesca y la gestión del pez espada del Atlántico. Este estudio, en el que participaron investigadores de siete países, ha sido distinguido por el Fisheries & Oceans de Canadá, a propuesta del Comité Ejecutivo de Ciencias de Canadá, con el premio nacional a la mejor publicación científica del año en su campo.
Fragmento de radio de perro con marcas de corte. / IPHES