Francisco J. Ayala (Madrid, 1934) es profesor de Ciencias Biológicas en la Universidad de California en Irvine (EE UU) y uno de los científicos españoles más relevantes de las últimas décadas en el campo de la evolución. Ha sido investido como doctor honoris causa por más de 20 universidades en diez países distintos. A este listado se le suma el que le otorga este jueves la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los chimpancés y los bonobos son los dos parientes vivos más cercanos de los humanos. Sin embargo, a pesar de estar tan estrechamente relacionados en el árbol evolutivo, estas dos especies difieren enormemente en la forma en la que utilizan las herramientas. Según un estudio liderado por la Universidad de Zurich (Suiza), los chimpancés tienen una predisposición ‘innata’ para manipular objetos desde que son crías.
El plumbismo o intoxicación por plomo reduce los niveles de anticuerpos y desequilibra la microbiota intestinal de las aves. Así lo señala un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que han analizado la respuesta de las perdices a la ingesta de dosis no letales de perdigones.
La aprobación esta semana de una batida de lobos en Cantabria ha reavivado la controversia sobre la gestión del lobo ibérico. Tras estar al borde de la extinción el siglo pasado, la lenta recuperación de la especie ha resucitado viejos odios y polémicas. Regular adecuadamente la caza, establecer prácticas seguras para la ganadería y desarrollar alternativas sostenibles, como el turismo lobero, son las cuestiones centrales para garantizar que la supervivencia del animal sea compatible con los intereses humanos.
Hembra del escribano aureolado / Ulrich-Schuster ©
El investigador Sergio Bertazzo examina uno de los fósiles conservado en el Museo de Historia Natural de Londres. / Laurent Mekul
Un equipo científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha descubierto que una especie de molusco gasterópodo que forma microarrecifes pudo haber sobrevivido al periodo de desecación del Mediterráneo. Los resultados podrían indicar que las tasas de evolución del ADN en estos moluscos serían superiores a las normales.