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Investigadores del CSIC y la Universidad de Alcalá han desarrollado un dispositivo que permite utilizar un cable de fibra óptica del Observatorio del Roque de los Muchachos en una red sísmica con miles de sensores. Sus datos informarán de movimientos en el terreno y complementarán a los que ya aportan los sismógrafos convencionales.
Hasta ahora se necesitaban temperaturas extremadamente bajas para alcanzar la superconductividad, la capacidad de algunos materiales para conducir la corriente eléctrica sin resistencia ni pérdidas de energía, pero investigadores de la Universidad de Rochester (EE UU) lo han logrado a 15 °C con un compuesto de hidrógeno, azufre y carbono, eso sí, a altas presiones. Es un nuevo avance hacia los ansiados sistemas eléctricos de eficiencia perfecta.
Científicos de Israel, España y otros países han fabricado un dispositivo capaz de medir la corriente eléctrica a través del ADN, lo que ha permitido descubrir cómo la conduce a grandes distancias. El hallazgo abre la puerta a una nueva generación de nanodispositivos electrónicos basados en ADN.
¿Puede una bacteria como E. coli producir filtros proteicos de luz más baratos, saludables y sostenibles para los LED? Con este objetivo acaba de arrancar el proyecto europeo ENABLED, coordinado por IMDEA Materiales desde España e inspirado en la bioluminiscencia de los animales marinos.
Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia y Jaume I de Castellón han desarrollado un sistema para, mediante energías renovables, recuperar el suministro eléctrico tras un apagón, como el que ocurrió en septiembre en Tenerife. El secreto está en aprovechar todo el potencial de los parques eólicos, evitando recurrir a las plantas térmicas como hasta ahora.
Las centrales hidroeléctricas provocan grandes fluctuaciones en el caudal de los ríos por los altibajos de la demanda de electricidad. Para reducir este problema, investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid proponen utilizar las baterías de los vehículos eléctricos, donde se podría almacenar parte de la energía generada para liberarla luego de forma gradual.
Esta semana se han entregado en Berlín los premios Green Talents a 25 investigadores, entre ellos, Rubén Mocholí, que desarrolla modelos matemáticos para reducir las emisiones de CO2 industrial. Ahora está embarcado en el proyecto Torero, que pretende utilizar residuos de madera como combustible de los altos hornos y aprovechar los gases de escape para producir bioetanol.
Investigadores de la Universidad de la Rioja y otros centros internacionales proponen un nuevo fluido de trabajo para los sistemas geotérmicos mejorados: el óxido nitroso. De esta forma se puede aumentar la eficacia en la obtención de electricidad a gran escala procedente de esta fuente de energía renovable.
Por efecto del cambio climático subirán las temperaturas y el nivel del mar, pero las luces y los aparatos eléctricos continuarán encendidos en los países con altas capacidades en energía solar y eólica. Así lo pronostican investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) tras valorar el impacto que tendrá el cambio climático durante el siglo XXI en un sistema eléctrico europeo basado en estas fuentes renovables.
Un nuevo consorcio europeo integrado por nueve organizaciones de España e Italia desarrollará soluciones innovadoras para analizar la variabilidad en los flujos del tráfico rodado. Su objetivo es ofrecer a ciudadanos y administraciones una estimación robusta, rápida y fiable sobre los niveles de contaminación y la calidad del aire.